
MEJOR PREVENIR QUE ENCRUCIJADA
20 octubre, 2019Psicóloga, Azucena Salazar.
Más allá de centrar este artículo en marcar hechos de violencia que han ocurrido en diferentes puntos de la República mexicana me gustaría hacer reflexión en tres acciones concretas de prevención a la violencia, “para contextualizar”; de cada persona que pierde su vida por la ola de violencia quedan 10 familiares con heridas emocionales que requieren atención profesional.
Hagamos conciencia en tres puntos claves de acciones y cambios en nuestras vidas que ayudarán a prevenir la violencia en todas sus aristas.
La primera, es usar la educación formal como el vehículo adecuado en formar ciudadanos para la vida; esto quiere decir que se deje de jerarquizar las materias e incluir con la misma importancia clases de arte, deporte, inteligencia emocional y social, creo que la educación debe transformarse e innovarse, desafortunadamente el modelo educativo que usa la SEP está anacrónico no podemos seguir con el mismo enfoque usado desde el siglo XVIII creado con una visión de producción y repetición donde la creatividad e imaginación del alumno pierde fuerza.
La segunda clave es un compromiso de parte de todos los adultos a tener toda la voluntad de reeducarnos y buscar espacios donde aprendamos habilidades en gestión de las emociones, necesitamos garantizar a los menores de edad contextos sanos, donde la comunicación sea asertiva, encaminada a la cordialidad, empatía y amor, donde los valores sociales se lleven a la práctica y no solo quede en el dicho, realiza acciones concretas como saludar a tus vecinos, que tu tono de voz sea agradable, sonríe, y ya si te quieres lucir invita a un amigo que has dejado de ver por mucho tiempo a tu casa y prepara algo rico para consentirlo.
Tercera clave: garantizar contextos físicos limpios y ordenados; quizá pensaras que no está en tus manos tener servicios públicos de calidad y tienes razón, (le corresponde al gobierno), sin embargo me refiero a los contextos básicos, desde limpiar tu casa, barrer tu patio, depositar la basura en su lugar, lavar tu ropa, limpiar tus zapatos, ponerle el botón a la camisa que tienes olvidada en tu armario, organizar tu papelería del trabajo, limpiar tu escritorio, que los niños tengan una caja para guardar sus juguetes.
Hagamos un reto, cuando termines de leer el artículo haz una lista de pendientes que tienes en tu hogar que ayudarán a mejorar tu vivienda, sin duda alguna esos pequeños cambios te garantizan contextos sanos que fomentan la calidad de vida en los hogares.
Si todos los días fomentamos acciones encaminadas al desarrollo personal poco a poco vamos a tener mejor calidad humana y podremos evitar estar en una encrucijada que ponga en riesgos la vida de los que más amamos.